El movimiento feminista comenzó tras la Revolución Francesa por mujeres y hombres intelectuales y burgueses. En los siglos que le han sucedido, las mujeres obreras y las mujeres conservadoras continuaron dando pasos hasta la adquisición de ciertos derechos civiles entre hombres y mujeres.
La aparición de las mujeres en la universidad, en la vida laboral, en la esfera pública fue tomando forma en la primera mitad del siglo XX; logros, entre los que destaca el sufragio universal, donde nacen las Sufragistas.
Más tarde, pasada la primera mitad del siglo XX, otras cuestiones se ponían sobre la mesa: los agentes institucionales no solo debían ocuparse ya de los derechos y obligaciones iguales para ellos y ellas; sino que también los aspectos de la vida privada eran por primera vez escrutinados por en el espacio pública. Algo que viene representado por el famoso eslogan 'lo personal es político'. Sin duda, este mensaje supuso un paradigma para la historia del feminismo. Es decir, una vez conquistados los derechos civiles, el movimiento quería erradicar los síntomas de desigualdad presentes en la cultura, en las relaciones sociales, familiares, de pareja. Y poco antes, la conquista de los anticonceptivos y la liberación de la sexualidad femenina fueron algunos de los elementos que abrieron el camino a una igualdad de hecho.
La historia del feminismo ha ido experimentando diferentes etapas, caracterizadas cada una de ellas por un objetivo e incluso, por sus propias intelectuales. Estas etapas son las que conocemos como olas del feminismo.